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Salón de belleza – Mario Bellatin

Salón de belleza

           SALÓN DE BELLEZA  

Mario Bellatin. Tusquets Editores, 2000.

Es una novela alegórica que muestra el poder de la muerte por sobre el de la vida. El protagonista es homosexual y travesti, dueño de un salón de belleza al que convierte más tarde en un moridero. Allí recibe a personas desahuciadas a muerte para ayudarlas durante la última fase de su enfermedad, una peste a la que nunca pone nombre pero que pareciera ser el sida. ¿Por qué alegórica? Porque las ideas no se exponen directamente, sino que se alude a ellas a través de imágenes; porque los desahuciados a muerte se encierran en un espacio artificial aislándose totalmente del mundo, por ciertas escenas de la calle y de los baños de vapor, y por último y principal motivo, por los acuarios.

Explico. La muerte nos aparece apartada de toda otra influencia que la pretenda contrarrestar. El narrador cree que nada ni  nadie podrá hacer recuperar la salud a esos enfermos, y bajo esta convicción no quiere que se les ofrezca  falsas esperanzas, ni que se invierta tiempo ni recursos en una causa inútil, ni siquiera se les permite la visita de sus seres queridos. La muerte nos aparece así en su total crudeza y dominio. Así la acepta el narrador, sin luchar contra ella,  acompañando impasiblemente a los enfermos a recibir su muerte, nada más.

En la calle, las imágenes de los «matacabros», ciertos actos de la Policía y la intolerancia o incomprensión de algunos ciudadanos así como las relaciones entre los hombres que asisten a los baños de vapor son muestras de la violencia sufrida por los homosexuales en su vida cotidiana;  la dureza de esta carga de violencia se constata cuando esta llega incluso a terminar en muerte.

La alegoría de la muerte es más evidente aun cuando observamos que los acuarios y lo peces ocupan un espacio importante en la novela y que el narrador pasa de los enfermos a los peces y viceversa como si hablara de una misma secuencia, como si no estuviera cambiando de tema. ¿Y qué dice de ellos? Nos habla de su ambiente,  ese encierro en sus propias paredes  (los acuarios) y fundamentalmente de su mortandad, ya sea por falta de cuidados, por el ataque de los peces más fuertes a los más débiles, o porque alguna enfermedad se apodera de ellos.

El hecho de que el narrador sea travesti, que viva en un barrio pobre, y que solo reciba enfermos terminales, al parecer todos homosexuales, en la última etapa de su mal, podría ser otro empeño para enviarnos imágenes de desamparo. Esta novela es, sin duda, lacerante y nos enfrenta a la injusticia y a fragilidad de la vida.

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