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Soldados de Salamina – Javier Cercas

Los soldados de Salamina

SOLDADOS DE SALAMINA

Javier Cercas.  Tusquets Editores, 2001.

Javier Cercas es un escritor español que saltó a la fama tras escribir la novela Soldados de Salamina que aquí reseñamos. Esta novela ha sido reconocida internacionalmente y traducida a más de treinta idiomas. Javier Cercas se licenció en Filología en la Universidad de Barcelona, y trabajó como profesor de literatura española en la Universidad de Geron antes de dedicarse por completo a la escritura. Colabora también con el diario El País. Su familia cercana era falangista, por lo que no es extraño constatar el interés de Cercas en la historia de la Guerra Civil española. Sus puntos de vista ante esta son muy críticos, pero tratan de capturar ambas ópticas, la de los falangistas y la de los republicanos.   

Soldados de Salamina no nos habla de la batalla naval de Salamina que tuvo lugar en 480 a. C. cuando los  griegos tuvieron que detener el avance del gran imperio persa que amenazaba con absorber parte del territorio griego. Nos habla, sin embargo, y mucho, de la Guerra Civil española, por lo cual es fácil dejarse tentar por la  impresión de que ese es el tema central del libro, cuando no lo es. Y no lo es por muchas razones. Una de ellas es que este no es un libro de Historia ni tampoco lo que se llama Historia novelada. Se trataría más bien de una novela histórica, es decir aquella donde los hechos y la ficción se mezclan, predominando lo real por sobre lo imaginario. ¿Qué es cierto y qué no lo es? La duda estará presente a través de todo el libro porque no es fácil determinar cuánto tiene de verídico y cuánto de inventado. La otra gran razón es que en la novela se investigan sucesos muy particulares antes que los hechos sociales o históricos, aunque se aluda a estos inevitablemente.

Rafael Sánchez Mazas, miembro fundador de la Falange ─un partido político español de ideología fascista─ se salva de morir en el fusilamiento colectivo del Collel que los republicanos llevan a cabo hacia el final de la Guerra Civil española, cuando las tropas enemigas los obligaban a retirarse. Al escapar Sánchez Mazas, un soldado republicano lo encuentra, puede delatarlo o matarlo, pero no hace ni lo uno ni lo otro. Le perdona la vida. Estos parecen ser los hilos conductores de la obra: la vida de Rafael Sánchez y la pregunta de por qué ese soldado republicano no lo mató cuando era su enemigo.

Esta es una manera  atípica a  la vez que simbólica de aproximarse a la Guerra Civil española. Después de haberse escrito mucho sobre esta guerra en España, el tema parecía olvidado hasta que apareció Cercas con este libro, expresando esa necesidad de  resucitar lo que realmente no había muerto, porque ─como lo dice muchas veces el autor─ mientras en el presente alguien recuerde lo pasado, todavía el evento no es pasado. Los españoles de esta generación necesitaban reflexionar sobre el tema, recordar lo que vivía adormecido en ellos. Así lo indica el éxito del libro, esmerado en remover el impacto de la Historia, aunque al autor se le haya criticado justamente el no respetar a dicha ciencia, haciendo de los hechos semificción.

Por otro lado, la narrativa de Cercas se enfoca en la figura de un hombre célebre y poderoso del régimen franquista ─Sánchez Mazas─ elevado entonces a la categoría de héroe. Cercas lo  presenta, sin embargo, como la antítesis de la heroicidad, destruyendo la imagen que de él se había creado. El héroe aparece, pero por el lado republicano, en la figura de un simple soldado que al parecer no es ni aliado ni enemigo, sino representante simbólico del deseo de poner punto final a la guerra, de la necesidad de paz, de bondad, de compasión. Lo que para este soldado sería el fin de la Guerra Civil española, para los españoles de hoy sería el deseo de cerrar una larga historia de muerte que apenas había empezado entonces, ya que el régimen franquista que recién estaba por instalarse, en parte gracias a esa guerra, marcaría en España muchas manchas más de sangre, desapariciones y exilio.

Este soldado, representado más tarde en la novela por el personaje de Miralles, es quien reflexiona, además, en lo que significó entregar la vida por una causa mayor ─el ideal de una patria─, sin que después esa entrega le fuera reconocida. Detrás de ese diálogo entre Cercas y Miralles parece subrayarse la futilidad de la guerra. Cercas toca así las fibras de una deuda que España debe sentir pendiente en su Historia.

Otro tema de interés en esta novela es el hecho de que Javier Cercas, el autor, aparezca como periodista y narrador de esta historia. Como mucho de lo  escrito en este libro, ambos ─escritor y personaje─ se parecerán sin llegar a ser la misma persona. El periodista narrará el proceso de creación de esta obra, desde su concepción inicial hasta el momento en que la da por concluida. La novela parecerá, entonces, el testimonio de lo que realmente sucedió para crearla, pero resultará, una vez más, que lo que se narra a veces será cierto y a veces no. Por ejemplo, Cercas ─el escritor─ estaba casado en la vida real y ejercía en aquel momento de catedrático, a diferencia del narrador de la novela. Cercas ─el personaje─ tendrá algunos encuentros con Roberto Bolaño hacia el final de la obra. Este famoso escritor chileno, en efecto,  fue amigo de Cercas, quien en su momento, reconoció haberle comentado al escritor español sobre la existencia de una persona que bien podría haber estado presente en la zona ─tal vez en el Collel─ y en la época en que Sánchez Mazas escapó de la muerte. Acepta también haberle dado pistas para encontrar a ese ciudadano. Todo lo que después añadió Cercas así como sus conclusiones ─dijo Bolaño─ no le pertenecen.

¿Por qué titular a esta novela la batalla de Salamina cuando no se habla de esta? Heródoto, padre de la historiografía, escribió Historiare en 430 a. C. Allí contaba la historia de las Guerras Médicas, donde  se incluye la segunda de estas guerras, siendo la batalla de Salamina parte de ella. Muchas de sus fuentes eran orales, y Heródoto era conciente de la poca fiabilidad de esos informes, dado que muchas veces se contradecían. Si la batalla tuvo lugar en 480 a.C., su historia se escribió cincuenta años más tarde. Por su parte Cercas escribe sobre el episodio del fallido fusilamiento de Sánchez Maza en el Colell sesenta años más tarde con métodos similares. La intención de Heródoto era que no se perdiera la verdad de los hechos. La intención de Cercas era desempolvar una historia del pasado reciente, pero que su generación parecía preferir ignorar, como si fuera algo tan lejano como la batalla de Salamina.

La narrativa de Cercas toca temas de profunda importancia para los españoles y para quienes se interesen en la Guerra Civil española, pero observa los hechos desde nuevos ángulos lo cual invita al lector a interesarse en la complejidad de los fenómenos sociales y políticos, y también a acercarse a ellos con una mirada humana. La novela pareciera por momentos ser una sutil denuncia a la reducción de la realidad, exigida así por la ciencia de la Historia; pareciera también una valoración de la palabra de ciudadanos comunes y corrientes para decir verdades que están latentes. Técnicamente no es un narración lineal ni tiene un final cerrado, sin embargo, su lenguaje es claro y sencillo. En medio de esta simplicidad es interesante constatar que Cercas une en esta obra, no muy extensa, reflexión, sensibilidad, homenaje a los héroes, metaliteratura  e Historia. Es definitivamente un trabajo valioso.

¿RECOMENDARÍA LEER ESTA OBRA?

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