Archivos Mensuales: febrero 2015
Bajo la misma estrella – John Green.
BAJO LA MISMA ESTRELLA
John Green. Nube de Tinta, 2014.
John Green es un escritor de literatura juvenil que nació en Estados Unidos en 1977. En 2006 ganó el Printz Award por su novela Looking for Alaska. En 2007 lanzó, juntó con su hermano, el canal VlogBrothers en Youtube, y es el promotor de eventos como Project for Awesome, VidCon y el canal educativo de literatura, historia y ciencia Crash Course. Antes fue asistente editorial y publicó críticas de libros y materiales audiovisuales para la revista Booklist y para el The New York Times Book Review. De los seis libros que ha escrito, The Fault in Our Stars ─o Bajo la misma estrella─ es el más exitoso.
Como si hubiera planeado un homenaje a este libro, lo fui leyendo de a pocos mientras me desplazaba por varias ciudades. Sus hojas recibieron la luz de Gatineau, Ottawa, Calgary, San Francisco, Los Ángeles, Panamá y Lima; y siento que de esta manera lo hice de un poco más infinito, como merecía. ¿Cómo que «un poco» más infinito? ¿No es que algo es infinito o no lo es? El libro juega con la noción matemática y metafórica de que hay muchos infinitos, y de que algunos son más grandes que otros. Los pequeños infinitos ─por ejemplo, una corta historia de amor, un buen libro, un bebé que acaba de nacer y recién hoy entra a formar parte de nuestro hogar─ podrían ser eternos si ingresaran a nuestro mundo interior más profundo, un lugar de donde no saldrían nunca porque allí estarían impregnados haciendo de esa experiencia un pequeño infinito.
La historia que se narra en este libro es la de dos adolescentes, de dieciséis y diecisiete años, que se conocieron en un grupo de apoyo para jóvenes con cáncer que se reunían semanalmente. Ella, Hazel Grace, tuvo inicialmente un cáncer de tiroides, el cual más tarde se diseminó creándole un cáncer de pulmón metastásico, por lo que usaba permanentemente un dispositivo artificial para procurarse oxígeno para respirar. Su vida no sería muy larga; es más, se la habían extendido milagrosamente gracias a un medicamento experimental que funcionaba en su caso. Él, Augustus Waters, había sido diagnosticado con un osteosarcoma en el pasado, pero cuando conoció a Hazel se encontraba sin evidencias de cáncer, aunque la enfermedad ─antes de retirarse de su cuerpo─ lo había obligado a amputarse una pierna. El día de su encuentro Hazel y Augustus comenzaron su inolvidable aventura.
Los muchachos se enamoran, de modo que el libro podría ser catalogado como una novela de amor, lo cual no sería muy apropiado ya que su relación no se concentra en los sentimientos. Similarmente, el hecho de que los protagonistas y sus amigos sufrieran de cáncer invitaría a clasificar la obra como una de las tantas que tratan sobre este mal, pero una vez más es difícil afirmar esto cuando el autor le da poco espacio a los detalles sintomáticos o a la evolución de la enfermedad. ¿Qué es entonces si no es una novela romántica o que trata sobre el cáncer? En realidad es una novela de amor, de cáncer, de juventud , de psicología y de filosofía, todo junto.
Quizá de esa visión provenga el hecho de que la crítica hiciera de este libro un best-seller ─se vendió un millón de ejemplares solo en el primer año de su publicación─ : no se focaliza en un único punto de vista sino que toca varios temas a la vez, entretejiéndolos de manera muy natural e inteligente. Veamos algunos ejemplos. Cuando se enfoca en el romance, la obra no es estereotipada (excepto que Augustus es un muchacho guapísimo, de ojos azules y que se porta como todo un caballero delante de los padres de Hazel). El afecto de estos jóvenes se inicia inadvertidamente, compartiendo intereses, reflexiones, temores y decisiones. Su sexualidad es tocada tangencialmente. Los unen, más bien un caprichoso objetivo, profundas palabras y sus deseos de vivir. Cuando trata sobre el cáncer, el autor evita que el tema se convierta en el eje de las vidas de Hazel y Augustus y, además no cae en el espejismo que caricaturiza a quienes tiene este mal como los seres más fuertes, valientes y admirables del mundo. Su crítica al respecto es explícita: « ¿No me digas que eres una de esas personas que se convierten en su enfermedad? » (p. 23) y ─refiriéndose a alguien con cáncer─ «se convirtió en [una persona] que quería desesperadamente no dar lástima, que gritaba y lloraba» (p. 147).
El libro está escrito para jóvenes. El autor captura de muchas maneras las inquietudes y personalidades juveniles. Sin embargo, los protagonistas están llenos de ironía, de finas percepciones psicológicas y de inquietudes filosóficas que hacen dudar que Green haya atinado con perfiles propios de esa edad. Solo podría justificarlo considerar que la sombra o cercanía de la muerte haría filosofar a cualquiera o, por lo menos, ver la vida con mayor perspectiva. A esa edad, Hazel y Augustus conversan sobre el miedo no tanto de morir sino de no dejar huella después de la muerte (el anhelo de perpetuidad), de lo absurdo de temer lo inevitable (el olvido), del derecho de amar o ser amados considerando la realidad de sus limitaciones físicas, del temor de hacer sufrir a los demás, etc.
Leí el libro en inglés y español, además de ver la película que se le ha dedicado. Como casi siempre, las letras superan al cine, y la versión en la lengua original a su traducción. Con respecto a esto último, critico sobre todo su excesivo españolismo amén de ciertas imprecisiones. Como prueba basta un botón, deténganse en el título: Bajo la misma estrella, cuando en el original ─The Fault in Our Stars─ lo que autor quiere resaltar ─refutando una cita de uno de los personajes de Shaskespeare─ es que la falla muchas veces está en las estrellas, y no en nosotros mismos. Tener la misma suerte (o estar bajo la misma estrella) refleja ese mensaje de manera muy débil.
El video corto de The Fault in Our Stars contaba en Youtube con más de veintisiete millones de vistas en agosto de 2014; el libro ha aparecido en la lista de los más vendidos del New York Times con más de nueve millones de copias y ha sido traducido a cuarenta y siete lenguas, pese a lo cual no puedo catalogarlo de excelente ni a nivel técnico ni a nivel de contenido. John Green se ha especializado en Filología inglesa y Ciencias de la religión, lo escuché hablar en Los Ángeles, sospecho que es un hombre brillante. Su mejor libro está por aparecer.
¿RECOMENDARÍA LEER ESTA OBRA?
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De conventos, cárceles y castillos – Camila Reimers
DE CONVENTOS, CÁRCELES Y CASTILLOS
Camila Reimers. Lugar Común Editorial, 2014
Camila Reimers escritora canadiense nacida en Chile, es autora de tres novelas: Hijos de lava (2005), Tres lotos en un mar de fuego (2007) y De conventos, cárceles y castillos. Ha escrito numerosos cuentos en español e inglés, destacando las colecciones Cuentos de autoamor y de autopistas (2009) y Chakra Number Eight: Tales of Humour and Soul (2010) en inglés. Locutora de radio CHIN Ottawa 97.9 FM a cargo del programa infantil que en 2013 ganó el premio Canadian Ethnic Media Association al mejor programa radial étnico en Canadá. En 2014 uno de sus cuentos fue seleccionado para un proyecto auspiciado por la UNESCO entre los seis mejores cuentos infantiles recibidos a través de cuatro años para el concurso Rainbow Caterpillar Kid Lit Award.
Con esta novela comienza a perfilarse el estilo y las preferencias temáticas de Camila Reimers como novelista. Ya en su primera obra, Hijos de Lava, nos mostró su interés por ahondar en la búsqueda interna de nuestro verdadero ser. Para ello nos contó la vida de una persona paralizada por ataduras de las que quería liberarse, lo que implicaba enfrentar sus miedos, sus culpas, su silencio y su soledad. Esa mirada espiritual estaba apoyada en hechos de la vida real pero también en símbolos, además de estar rodeada de fenómenos imposibles y del empeño de presentarlo todo como una unidad.
En Tres Lotos en un mar de fuego el tema es diferente: la crudeza de una extrema violencia sufrida por tres mujeres, pese a lo cual resalta la espiritualidad a través de la comunicación entre ellas tres. Esto a pesar de que estas mujeres viven en lugares y épocas diferentes (otra vez lo imposible se convierte en realidad, como queriendo demostrar que sí es posible).
De conventos, cárceles y castillos presenta la biografía de una mujer que busca comprenderse a sí misma y que habla con Teresa de Ávila, una monja que vivió en España en el siglo XVI y a quien la autora admira. Se repite entonces la fascinación por la búsqueda interior del ser, la atracción por el diálogo entre mujeres que viven en lugares y épocas diferentes y el recurso de mezclar hechos reales con irreales, siempre en medio de una atmósfera espiritual.
El objetivo de esta obra, tal como lo menciona la autora en la introducción de su libro, es integrar a nuestra época las enseñanzas de Teresa de Ávila. Para ello recurrirá a su bagaje cultural ─un gran conocimiento sobre la vida y obra de la monja, su experiencia en la India y sus estudios y prácticas budistas─ y a la utilización de metáforas y símbolos, muchas veces provenientes de la propia visión mística de la santa. Para quienes tienen una formación e información similar no debe ser difícil entender la relación que Camila Reimers forja entre la vida de Sonsoles y el saber de la monja. Para los demás puede resultar una historia un poco enrevesada, lo cual no es necesariamente algo negativo, significa simplemente que no es una novela de entretenimiento sino el tipo de novela que he dado en llamar inteligente, es decir, aquella que nos hace pensar, analizar y nos invita a estudiar.
Después de leer este libro investigué algo sobre la vida y pensamiento de Teresa de Ávila en un intento por comprender mejor lo que Camila nos había narrado en él, y me encontré con dos herramientas teóricas fundamentales para facilitar la comprensión de este trabajo. Una es la metáfora entre la oración y el riego de un huerto. Para Teresa se puede regar de cuatro maneras: acarreando agua, con una máquina hidraúlica (noria), con canales o con la lluvia. Análogamente, el esfuerzo que requiere la oración va de mucho a poco (o a nada). En el proceso de desarrollo de la capacidad de orar se comprometen el silencio, la concentración, la memoria, la imaginación y la razón, hasta que todo esfuerzo cede, y rezar se convierte en un gozo que nos llena de virtudes. La segunda herramienta es el libro El castillo interior donde Teresa habla de su percepción del mundo espiritual del ser humano, semejándola a un castillo con siete moradas que se pueden ir conquistando progresivamente: 1) La primera morada es la etapa en que la persona decide entrar a su interior (abrir las puertas del castillo); 2) la resistencia a seguir ese camino; 3) la exploración; 4) el estado de calma y silencio; 5) el encuentro con Dios; 6) la entrega total y 7) la unión con Dios.
¿Y qué tiene esto que ver con el libro que aquí comentamos? Mucho. Camila Reimers titula Moradas a cada uno de los siete capítulos de su libro. La vida de Sonsoles pasa por cada una de esas moradas y, cuando menos lo esperamos, aparecen los sistemas de riego. Siendo la escritura de Camila enigmática, será muy lentamente que comprendamos qué viene de Teresa, qué de Sonsoles, qué le pertenece a la autora misma y cómo se relacionan todos esos contenidos. La autora no se esfuerza en complicarnos las cosas pero tampoco en simplificárnoslas, algo que experimentamos claramente desde las primeras páginas. Como Juan Goytisolo, tal vez, lo que ella quiera es invitarnos a ampliar horizontes y que después regresemos a releer su obra; aunque él deseaba que sus lectores dudáramos, mientras Camila parece invitarnos a reconocernos a nosotros mismos. Los dos útiles que aquí les he brindado les ayudarán a asimilar este libro. Recuerde deslindar esos conceptos de los demás componentes místicos de origen hindú y budista con los que se trata de explicar la vida de la protagonista. Sí, la autora recurre a variados elementos interpretativos. No es una biografía simple ni obvia.
La autora decidió experimentar con la puntuación eliminando todo guión largo que indique diálogo y mezclando en un párrafo no solo las voces de sus personajes sino la de su narradora. ¿Un acierto? No, no lo creo. Le pregunté a Camila si con esto buscaba mostrar su creatividad, darle fluidez a la lectura o sumarse a los escritores que intentan cambiar el estilo de redacción. Respondió que perseguía los dos últimos objetivos, además de enfrentarse a un desafío. Mi apreciación personal es que, ciertamente, a veces logra que la narración fluya, pero en muchas ocasiones produce el efecto contrario. Por otro lado, la evolución de la escritura se inició sin signos de puntuación y los fue creando después para organizar mejor el discurso. ¿Hacia dónde evolucionará?
Mis últimos comentarios serán para felicitar a la autora por renovar la presencia de una voz femenina en la literatura con lo que ello conlleva (mostrar la sexualidad de una mujer, sus percepciones acerca de las relaciones con hombres u otras mujeres, sus anhelos, sus necesidades), por ser capaz de sintetizar en los momentos más oportunos, por presentar en un solo libro narración, poesía, lenguaje antiguo y moderno, y por su capacidad de mezclar un lenguaje sencillo y natural en medio de su esmero por elevar las letras a un nivel culto y profundo.
Note, finalmente, que el título del libro es metafórico, refiriéndose a nuestra cotidianeidad (los conventos), a nuestras limitaciones para ser nosotros mismos (las cárceles) y a nuestra capacidad para descubrir nuestro verdadero ser (los castillos). Si es esto último es lo que busca en su vida actual, aquí tiene un libro que podría inspirarle.
Para más información, consulte http://www.camilareimers.com/