¿Cómo publicar un libro? – Parte I

¿CÓMO PUBLICAR UN LIBRO?  – PARTE I

Roxana Orué

Uno de los principios que ha regido mi vida hasta hoy ha sido la determinación de no publicar ningún libro si no estoy convencida de poder aportar algo a la literatura. Y no hablo de maravillas, solo de una obra digna de leerse por su manejo del lenguaje, por su creatividad, por su estilo, por su mensaje, por su contenido o por cualquier otro motivo que nos permitiera pensar que valdría la pena hacer público lo escrito en la intimidad. No parece ser el caso de los centenares de miles de personas que cada año se empeñan en ver su obra editada y publicada.

Podría empezar este ensayo invitando, y tratando de convencer, a toda persona interesada en publicar un libro a que reflexione al respecto, que evalúe si el tiempo y esfuerzo que le ha dedicado a su obra es suficiente, que trate de averiguar objetivamente por medio de terceros cuál es el valor del producto de  ese trabajo, que haga revisar su obra por una persona experta en la lengua para conocer su calidad lingüística o literaria, y que indague dentro de sí el porqué de sus sueños antes de lanzarse a esta ardua, costosa y muchas veces frustrante labor de ver publicados sus escritos. Sin embargo, dejaré esa exhortación en la conciencia de cada escritor(a) y pasaré a desarrollar lo que el título de este artículo ofrece: una orientación sobre cómo publicar un libro.

¿Cuáles son las maneras de hacer publicar un libro? Existen varias posibilidades:

1)    Ganar un concurso literario

2)    Hacerlo publicar directamente por una editorial tradicional

3)    Contratar a una agencia literaria

4)    Coeditarlo

5)    Autoeditarlo (sea como un libro tradicional o digital)

GANAR UN CONCURSO LITERARIO

Obtener un primer puesto en un concurso literario casi garantiza la publicación de la obra. El problema es cómo ganarlo ya que al parecer son centenares de escritores los que se presentan a un certamen literario; algunos con gran experiencia, incluso autores de renombre. Y esto sin contar el lado no ético (los participantes que envían obras ya premiadas o publicadas, o los que roban obras ajenas). Las estadísticas siguientes ilustran la complejidad de elegir este camino: en un estudio hecho en España en el 2003 para saber si las personas ganadoras de concursos promovidos por las propias editoriales habían tenido alguna asesoría, se encontró que el 82.4% lograron sus premios con mediación de una agencia literaria.

De todas las opciones que vamos a revisar, esta es sobre la que tenemos menos control de modo que prefiero pasar a las próximas. De todas maneras, si usted quiere intentarlo no tiene más que leer las reglas del concurso y respetarlas para tentar suerte.

HACERLO PUBLICAR DIRECTAMENTE POR UNA EDITORIAL TRADICIONAL

El sueño de los escritores. ¿Por qué? Porque una editorial podría ofrecer, por ejemplo: revisar y corregir la gramática (fallas ortográficas o sintácticas), el estilo del escrito o las faltas tipográficas, crear la portada y contraportada, publicar el libro, distribuirlo en tiendas de prestigio (incluyendo su inserción en los más grandes portales de ventas de internet), encargarse de la campaña publicitaria, incluyendo entrevistas en radio y prensa, sesión de fotos, etc. Y todo esto asumiendo el cien por cien de los gastos; es decir cero riesgo para el escritor. ¿No suena maravilloso? Claro que sí, suena maravilloso para el escritor. Pero no suena igual para el editor que pone el trabajo, invierte el dinero y asume todos los riesgos de un posible fracaso. Ese es su negocio y como tal debe asegurarse rentabilidad. La realidad es que si una editorial asume una responsabilidad de ese tipo formará probablemente  parte de los grandes grupos internacionales que concentran el 90% de las publicaciones. Y una editorial así recibe alrededor de mil propuestas por año, esto es unas cuatro propuestas por día de trabajo  hábil. Y no hablemos de las editoriales gigantes ─como Doubleday por ejemplo─ que recibía unas cuarenta propuestas diarias (unas diez mil por año) hasta que decidió trabajar exclusivamente con las agencias literarias. A este escenario habría que agregarle el peso de las tendencias del mercado ya que la comercialidad cuenta actualmente más que el aspecto puramente literario de una obra.

Como resultado de todas estas consideraciones, y dependiendo de la editorial escogida, la búsqueda de un editor termina en múltiples rechazos. Si se reciben ofertas de publicación estas implican una inversión de muchísimo dinero, mejor dicho son propuestas para que el escritor o la escritora pague todos los costos de la edición. En otros casos, las propuestas para publicar el libro ofrecen ganancias de un porcentaje de las ventas a cambio de ceder los derechos intelectuales del autor,  es decir que lo escrito pase a ser propiedad del editor quien, además, puede exigirle al autor o a la autora que compre un cierto número de ejemplares ─digamos treinta─ a precios «especiales». Lo que es más o menos obvio es que esas  «ofertas» juegan con las ilusiones de quienes desean verse capaces de publicar un libro,  o ingenuamente sueñan con la fama o la riqueza.

Nada alentador, ¿verdad? ¿Qué hacer entonces? Hay varias vías para escoger pero empezaré detallando la más tradicional por si, a pesar de todo lo dicho, todavía desea intentar la publicación de su libro de esa manera.

Aquí están los pasos a seguir:

  1. Edite su libro: Prepárese a editar su libro usted mismo(a) a menos que quiera pagar por el servicio (portada, contraportada, diseño de la página, correciones, etc.). Es mejor hacer esto antes de registrar la obra para evitar volver a registrarla. Cada nueva edición exige un nuevo ISBN  y un nuevo depósito legal.
  2. Consiga un ISBN (International Standard Book Number): El ISBN es un código de trece dígitos que identifica cada libro a nivel mundial, y permite que sea comercializado. Puede ser solicitado por el autor o la autora de la obra, o por una casa editorial, empresa, asociación, institución educativa, etc. Las editoriales suelen recibir un prefijo y una lista de números disponibles para que ellos mismos la asignen a cada una de sus publicaciones, a condición de dar informe de esto a la Agencia Internacional ISBN en Berlín o a la Agencia U. S. ISBN – R.R. Bowker en Estados Unidos. El ISBN se imprime en la parte baja de la tapa trasera del libro, encima del código de barras, y en la página en que se imprimen los derechos de autor.
  3. Obtenga su código barras: Este es la representación gráfica del ISBN y sirve para su lectura óptica.
  4. Registre la obra en el Registro de la Propiedad Intelectual (Canadian Intellectual Property Office): Esto asegurará sus derechos de autoría a nivel nacional e internacional, nadie podrá plagiar su obra o publicarla como propia. Este registro es activo y renovable; es decir que puede registrar solo el título de su obra y un capítulo, por ejemplo, y añadir los demás capítulos a medida que vaya avanzando; y a la vez es un registro que tiene fecha de vencimiento.
  5. Consiga un número de Depósito Legal: Normalmente coincide con el número de Registro de propiedad intelectual al que se le añaden siglas de la provincia, número de expediente y año de registro. Es necesario solo en caso de edición física del libro, y es obligatorio solo para las empresas de impresión, no para el autor.
  6. Prepare una carta de presentación: Esta debería incluir los siguientes apartados: características del texto, sinopsis, evaluación del mercado (público al que se dirige, libros similares en el mercado, y cómo se distingue el suyo), su aporte a la promoción y una biografía, incluyendo sus datos personales.
  7. Seleccione las editoriales que podrían tener más interés en publicar su libro.
  8. Verifique si las editoriales reciben manuscritos no solicitados (muchas no los aceptan).
  9. Imprima y encuaderne su libro si desea enviar alguno físicamente, a menos que la editorial reciba ejemplares en línea.
  10. Envíe los ejemplares a las editoriales, y … a esperar…
  11. Si recibe una respuesta positiva firme un contrato: Este debería detallar las características técnicas del libro, el número de ejemplares, los plazos de producción, las condiciones de distribución, las condiciones legales y la forma de pago.

Antes de despedirnos vamos a recalcar una vez más que con el método de envío de su libro a las editoriales probablemente solo reciba cartas de rechazo, lo cual a fuerza de repetición podría herir su autoestima, sin contar la pérdida del dinero invertido. ¿Es posible hacer algo para mitigar estos riesgos? Sí. Para empezar, no envíe nunca el manuscrito si no es solicitado. ¿Y cómo lograr que se nos solicite la obra? Con una buena carta de presentación y una apropiada propuesta editorial. Hablaremos de esto en el próximo artículo.

CONTINUARÁ… 

Acerca de ROXANA ORUÉ

Amo las palabras porque amo a los seres humanos y por medio de ellas me siento en intimidad con quienes escriben o quienes me leen. Compartimos nuestros pensamientos, nuestras dudas, nuestros miedos, nuestros modos de mirar, de decir o de sentir. No puedo decir que leí mucho ni que escribí mucho en mi vida pero puedo afirmar que cuando leí o cuando escribí me entregué por entero a esa relación que existe entre escritor y lector. No hubo nada a medias, me vinculé con cada palabra con la misma intensidad con que vivo cada segundo de mi vida.

Publicado el abril 21, 2014 en ENSAYOS y etiquetado en , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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