Bajo la misma estrella – John Green.

The fault in our stars

BAJO LA MISMA ESTRELLA 

John Green. Nube de Tinta, 2014.

John Green es un escritor de literatura juvenil que nació en Estados Unidos en 1977. En 2006 ganó el Printz Award por su novela Looking for Alaska. En 2007 lanzó, juntó con su hermano, el canal VlogBrothers en Youtube, y es el promotor de eventos como Project for Awesome, VidCon y el canal educativo de literatura, historia y ciencia Crash Course. Antes fue asistente editorial y publicó críticas de libros y materiales audiovisuales para la revista Booklist y para el The New York Times Book Review.  De los seis libros que ha escrito, The Fault in Our Stars o Bajo la misma estrella es el más exitoso.

Como si hubiera planeado un homenaje a este libro, lo fui leyendo de a pocos mientras me desplazaba por varias ciudades. Sus hojas recibieron la luz de Gatineau, Ottawa, Calgary, San Francisco, Los Ángeles, Panamá y Lima; y siento que de esta manera lo hice de un poco más infinito, como merecía. ¿Cómo que «un poco» más infinito? ¿No es que algo es infinito o no lo es? El libro juega con la noción matemática y metafórica de que hay muchos infinitos, y de que algunos son más grandes que otros. Los pequeños infinitos ─por ejemplo, una corta historia de amor, un buen libro, un bebé que acaba de nacer y recién hoy entra a formar parte de nuestro hogar─ podrían ser eternos si ingresaran a nuestro mundo interior más profundo, un lugar de donde no saldrían nunca porque allí estarían impregnados haciendo de esa experiencia un pequeño infinito.

La historia que se narra en este libro es la de dos adolescentes, de dieciséis y diecisiete años, que se conocieron en un grupo de apoyo para jóvenes con cáncer que se reunían semanalmente. Ella, Hazel Grace, tuvo inicialmente un cáncer de tiroides, el cual más tarde se diseminó creándole un cáncer de pulmón metastásico, por lo que usaba permanentemente un dispositivo artificial para procurarse oxígeno para respirar. Su vida no sería muy larga; es más, se la habían extendido milagrosamente gracias a un medicamento experimental que funcionaba en su caso. Él, Augustus Waters, había sido diagnosticado con un osteosarcoma en el pasado, pero cuando conoció a Hazel se encontraba sin evidencias de cáncer, aunque la enfermedad ─antes de retirarse de su cuerpo─ lo había obligado a amputarse una pierna. El día de su encuentro  Hazel y Augustus comenzaron su inolvidable aventura.

Los muchachos se enamoran, de modo que el libro podría ser catalogado como una novela de amor, lo cual no sería muy apropiado ya que su relación no se concentra en los sentimientos. Similarmente, el hecho de que los protagonistas y sus amigos sufrieran de cáncer invitaría a clasificar la obra como una de las tantas que tratan sobre este mal, pero una vez más es difícil afirmar esto cuando el autor le da poco espacio a los detalles sintomáticos o a la evolución de la enfermedad. ¿Qué es entonces si no es una novela romántica o que trata sobre el cáncer? En realidad es una novela de amor, de cáncer, de juventud , de psicología y de filosofía, todo junto.

Quizá de esa visión provenga el hecho de que la crítica hiciera de este libro un best-seller ─se vendió un millón de ejemplares solo en el primer año de su publicación─ : no se focaliza en un único punto de vista sino que toca varios temas a la vez, entretejiéndolos de manera muy natural e inteligente. Veamos algunos ejemplos. Cuando se enfoca en el romance, la obra no es estereotipada (excepto que Augustus es un muchacho guapísimo, de ojos azules y que se porta como todo un caballero delante de los padres de Hazel). El afecto de estos jóvenes se inicia inadvertidamente, compartiendo intereses, reflexiones, temores y decisiones. Su sexualidad es tocada tangencialmente. Los unen, más bien un caprichoso objetivo, profundas palabras y sus deseos de vivir. Cuando trata sobre el cáncer, el autor evita que el tema se convierta en el eje de las vidas de Hazel y Augustus y, además no cae en el espejismo que caricaturiza a quienes tiene este mal como los seres más fuertes, valientes y admirables del mundo. Su crítica al respecto es explícita: « ¿No me digas que eres una de esas personas que se convierten en su enfermedad? » (p. 23) y ─refiriéndose a alguien con cáncer─ «se convirtió en [una persona] que quería desesperadamente no dar lástima, que gritaba y lloraba» (p. 147).

El libro está escrito para jóvenes. El autor captura de muchas maneras las inquietudes y personalidades juveniles. Sin embargo, los protagonistas están llenos de ironía, de finas percepciones psicológicas y de inquietudes filosóficas que hacen dudar que Green haya atinado con perfiles propios de esa edad. Solo podría justificarlo considerar que la sombra o cercanía de la muerte haría filosofar a cualquiera o, por lo menos, ver la vida con mayor perspectiva. A esa edad, Hazel y Augustus conversan sobre el miedo no tanto de morir sino de no dejar huella después de la muerte (el anhelo de perpetuidad), de lo absurdo de temer lo inevitable (el olvido),  del derecho de amar o ser amados considerando la realidad de sus limitaciones físicas, del temor de hacer sufrir a los demás, etc.

Leí el libro en inglés y español, además de ver la película que se le ha dedicado. Como casi siempre, las letras superan al cine, y la versión en la lengua original a su traducción. Con respecto a esto último, critico sobre todo su excesivo españolismo amén de ciertas imprecisiones. Como prueba basta un botón,  deténganse en el título: Bajo la misma estrella, cuando en el original ─The Fault in Our Stars─ lo que autor quiere resaltar ─refutando una cita de uno de los personajes de Shaskespeare─ es que la falla muchas veces está en las estrellas, y no en nosotros mismos. Tener la misma suerte (o estar bajo la misma estrella) refleja ese mensaje de manera muy débil.

El video corto de The Fault in Our Stars contaba en Youtube con más de veintisiete millones de vistas en agosto de 2014; el libro ha aparecido en la lista de los más vendidos del New York Times con más de nueve millones de copias y ha sido traducido a cuarenta y siete lenguas, pese a lo cual no puedo catalogarlo de excelente ni a nivel técnico ni a nivel de contenido. John Green se ha especializado en Filología inglesa y Ciencias de la religión, lo escuché hablar en Los Ángeles, sospecho que es un hombre brillante. Su mejor libro está por aparecer.

                                       ¿RECOMENDARÍA LEER ESTA OBRA?

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Acerca de ROXANA ORUÉ

Amo las palabras porque amo a los seres humanos y por medio de ellas me siento en intimidad con quienes escriben o quienes me leen. Compartimos nuestros pensamientos, nuestras dudas, nuestros miedos, nuestros modos de mirar, de decir o de sentir. No puedo decir que leí mucho ni que escribí mucho en mi vida pero puedo afirmar que cuando leí o cuando escribí me entregué por entero a esa relación que existe entre escritor y lector. No hubo nada a medias, me vinculé con cada palabra con la misma intensidad con que vivo cada segundo de mi vida.

Publicado el febrero 12, 2015 en CRÍTICAS y etiquetado en , , , , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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